Pregunta:
¡Ave María Purísima! Padre: ¿Es pecado fumar? Gracias.
Respuesta:
Estimado:
El tabaquismo puede considerarse entre las ‘dependencias’ a las que están esclavizadas muchas personas (Cf. Pontificio Consejo para los Agentes de la Salud, Carta a los Agentes de la Salud, 92). Dice la Carta a los agentes de la salud: ‘También para el tabaco la ilicitud ética no concierne al uso en sí mismo, sino al abuso. Actualmente se afirma que el exceso de tabaco es nocivo para la salud y crea dependencia, ya que induce a reducir siempre más el umbral del abuso. El fumar crea un problema que ha de manejarse por disuasión y prevención, desarrollándolas especialmente mediante la educación sanitaria y la información, aún de tipo publicitario’ (Pontificio Consejo para los Agentes de la Salud, Carta a los Agentes de la Salud, 99.).
Dice Monseñor Sgreccia (Sgreccia, Manuale di bioetica, tomo II, Vita e pensiero, Milano 1991, pp. 226-227): ‘Desde el punto de vista objetivo, el fumar, considerado en el conjunto de las consecuencias y suponiendo un uso no simplemente ocasional sino habitual y con dosis relevantes, constituye una real gravedad por los serios daños para la salud propia y ajena, así como por las implicaciones generales que la producción y el tráfico tienen sobre el conjunto de los países consumidores. La valoración ética de los riesgos se considera también por relación al hecho de que no reporta ningún beneficio’.
‘En cuanto a cada individuo, es muy difícil pronunciarse con un juicio de gravedad sobre la responsabilidad subjetiva porque muchos están convencidos de buena fe de que también ‘quien fuma puede vivir cien años’, y también porque existen estados de ánimo diversos que incentivan este hecho y costumbres más o menos relevantes (fumadores ocasiones, habituados, obstinados, etc.)’.
P. Miguel A. Fuentes, IVE