bautismo adulto

Si un adulto se bautiza, ¿También se debe confirmar? ¿Quién lo confirma en ese caso?

Pregunta:

Un vicario parroquial ¿puede bautizar y confirmar a un adulto?

 

espuesta:

Sobre el ministro del bautismo legisla el Código de Derecho Canónico en el Libro IV cánones 860-863). Allí se dice:

1) El ministro ordinario del bautismo en general

‘Canon 861 § 1. El ministro ordinario del bautismo es el Obispo, el presbítero y el diácono, quedando firme lo prescripto en el can.530, n.1.

§ 2. Estando ausente o impedido el ministro ordinario, confiere lícitamente el bautismo un catequista u otro destinado a esta función por el Ordinario del lugar; más aún, en caso de necesidad, cualquier persona movida de la debida intención; los pastores de almas, especialmente el párroco, deben procurar que los fieles sean instruidos sobre el modo debido de bautizar’.

El comentario de la Edición de la BAC (Madrid 1984; a cargo de los profesores de la Universidad de Salamanca) explica que el ministro ordinario es aquel que, en virtud del ministerio recibido y sin especial comisión, puede celebrarlo o administrarlo. No obstante, la administración del bautismo pertenece a las funciones encomendadas al párroco (eso es lo que dice el canon citado: 530,1), como pastor de la comunidad que asume la responsabilidad de que el bautizado pueda, en su seno, madurar en la fe. A él incumbe también la obligación de preparar conveniente el bautismo (cf. c. 851).

2) El bautismo de adultos

‘Canon 863. El bautismo de los adultos, por lo menos el de aquellos que hayan cumplido los catorce años de edad, será ofrecido al Obispo diocesano, a fin de que, si lo estima conveniente, lo administre él mismo’.

Nuevamente el comentario aclara que el bautismo de un adulto es un hecho destacado en la Iglesia local. No se prescribe la necesaria intervención del Obispo, pero sí que se le notifique para que él disponga como crea más conveniente.

3) En cuanto a la confirmación

Legisla el canon 883: ‘El virtud del mismo derecho gozan de la facultad de administrar la confirmación:… 2º respecto de la persona de que se trata, el presbítero que, en virtud de su oficio o por mandato del Obispo diocesano, bautiza a quien ha superado la infancia, o admite a uno ya bautizado en la plena comunión de la Iglesia católica; 3º respecto de los que se encuentran en peligro de muerte, el párroco, e incluso cualquier presbítero’.

Todo aquel que lícitamente (ya sea porque tiene tal oficio o porque ha sido delegado por el obispo) bautiza a quien a superado la infancia (o admite a un bautizado a la plena comunión católica), también lícitamente confirma. Por tanto, si el vicario tiene el permiso para bautizar a quien ha superado la infancia, también lo confirma (esto por la unidad de los sacramentos de iniciación que el adulto puede y debe recibir en su integridad: canon 852).

P. Miguel A. Fuentes, IVE

confesión

¿Cada cuánto tiempo hay que confesarse?

Pregunta:

Padre, tengo una duda: ¿Cada cuándo se tiene uno que confesar, para recibir la Eucaristía? El domingo pasado iba a comulgar pero no me había confesado pues lo había echo la semana anterior; entonces mi madre me dijo que no lo hiciera sin confesarme antes. Entonces no comulgué, pero me quedó la duda: Padre, ¿cada cuánto tengo que confesarme para poder recibir la hostia y para no ofender a Dios? Gracias B.G.

 

Respuesta:

Estimada:

La confesión es uno de los siete sacramentos instituidos por Jesús que tiene la función de perdonarnos nuestros pecados y dejar nuestra alma reconciliada con Dios, es decir, en gracia. Para poder recibir la Hostia uno debe estar en gracia de Dios, es decir, no tener conciencia de haber cometido un pecado mortal desde la última confesión bien hecha. Si uno está en gracia, es decir, no tiene conciencia de haber realizado ninguna acción grave en contra de los mandamientos de Dios y de los preceptos de la Iglesia, entonces puede comulgar sin necesidad de confesarse previamente, aunque la Iglesia recomienda la confesión frecuente de los pecados veniales (puede ver lo que dice al respecto el Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1458 y el Código de Derecho Canónico, c. 988,2).

Por el contrario, ‘todo fiel llegado a la edad del uso de razón debe confesar, la menos una vez al año, los pecados graves de que tiene tiene conciencia’ (Código de Derecho Canónico, c. 989). Si bien no se especifica una fecha especial del año en que deba cumplirse este precepto, es claro que puede ser obligatorio hacerlo en tiempo de Pascua si quien tiene que cumplir el precepto de la Comunión pascual (cf. Código de Derecho Canónico, c. 920,2) se encuentra en estado de pecado grave. El precepto de confesar al menos una vez al año no se cumple si la confesión es voluntariamente nula (sacrílega) puesto que no se obtendría el fin buscado por la Iglesia (cf. Manzanares y otros, ‘Nuevo Derecho Parroquial’, BAC, Madrid 1990, p. 292).

Asimismo es obligatorio confesarse siempre que se haya cometido un pecado mortal y se quiera celebrar Misa (el sacerdote) o comulgar el cuerpo de Cristo: ‘Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave que no celebre la misa ni comulgue el Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental a no ser que concurra un motivo grave y no haya posibilidad de confesarse; y, en este caso, tenga presente que está obligado a hacer un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes’ (Iibd., c. 44; cf. Catecismo, n. 1457).

Los niños deben acceder al sacramento de la Confesión antes de recibir por vez primera la Sagrada Comunión (cf. Catecismo, n. 1457; Código de Derecho Canónico, c. 914).

Finalmente, téngase en cuenta que el sacramento de la penitencia o confesión, no sólo nos perdona los pecados, sino que también tiene otros efectos como el darnos fuerza en la lucha contra la tentación, robustecernos para que no volvamos pecar y hacernos misericordiosos. Por esta razón se recomienda ‘vivamente’ (Catecismo, n. 1458) la confesión frecuente.

Le recomiendo que medite las hermosas palabras de San Agustín: ‘El que confiesa sus pecados actúa ya con Dios. Dios acusa tus pecados, si tú también te acusas, te unes a Dios. El hombre y el pecador, son por así decirlo, dos realidades: cuando oyes hablar del hombre, es Dios quien lo ha hecho; cuando oyes hablar del pecador, es el hombre mismo quien lo ha hecho. Destruye lo que tú has hecho para que Dios salve lo que Él ha hecho… Cuando comienzas a detestar lo que has hecho, entonces tus obras buenas comienzan porque reconoces tus obras malas. El comienzo de las obras buenas es la confesión de las obras malas. Haces la verdad y vienes a la Luz’ (Tratado sobre el Evangelio de San Juan, 12,13).

P. Miguel A. Fuentes, IVE

confesión y comunión

¿Por qué debemos confesarnos antes de comulgar?

Pregunta:

Padre. Si Dios nos ama a todos y nos acepta tal y como somos. ¿por qué para tomar la sagrada Hostia se supone que debemos estar sin pecado alguno?. Todos los días pecamos, y Dios es un ser misericordioso que se alegra cuando sus ovejas regresan. No creo que Dios te rechace por esto. ¡Explíqueme!

Respuesta:

Estimada:

El Catecismo (n. 1384) nos recuerda que ‘El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: ‘En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros’ (Jn 6, 53)’.

Pero también nos dice a continuación (n. 1385): ‘Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de conciencia: ‘Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo’ (1 Co 11, 27-29). Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar’.

Usted dice que Dios nos ama a todos, y en esto tiene razón. Pero añade a continuación ‘y nos acepta tal y como somos’, y en esto se equivoca. Dios nos quiere santos. Jesucristo no comenzó su predicación diciendo ‘quédense como están porque yo los acepto así’, sino: ‘convertíos y creed en el Evangelio’. Y dio su vida por nosotros en la Cruz para que cambiásemos de vida. Si Dios nos quiere a todos tal como somos, debemos respetar a los ladrones y a los homicidas porque Dios los quiere tal como son, ¿quiénes somos nosotros para obligarlos a cambiar o para meterlos en la cárcel?

San Pablo mismo dice (y está citado en el texto del Catecismo) que quien come el Cuerpo o la Sangre de Cristo ‘indignamente’ será reo y come y bebe su propio castigo.

Por esta razón añade el Catecismo (n. 1386): ‘Ante la grandeza de este sacramento, el fiel sólo puede repetir humildemente y con fe ardiente las palabras del Centurión: ‘Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme’. En la Liturgia de san Juan Crisóstomo, los fieles oran con el mismo espíritu: A tomar parte en tu cena sacramental invítame hoy, Hijo de Dios: no revelaré a tus enemigos el misterio, no te daré el beso de Judas; antes como el ladrón te reconozco y te suplico: ¡Acuérdate de mí, Señor en tu reino!’.

P. Miguel A. Fuentes, IVE

confesarme

¿Cómo hacer para confesarme?

Pregunta:

Siendo Católica y mas o menos practicante, ¿qué se ha de hacer para realizar una buena confesión cuando se ha estado varios años sin hacerla? Siento la necesidad de recibir la comunión, pero hace mucho tiempo que no me confieso. Ayúdeme, pues realmente, no sé por dónde empezar.

 

Respuesta:

Estimada:

Me alegra mucho su decisión de acercase a la confesión.

Sobre la necesidad de confesarse puede usted leer lo que dice el Catecismo de la Iglesia, al hablar del sacramento de la Reconciliación.

Para hacer una buena confesión debe hacer un buen examen de conciencia, tratando de recordar los pecados cometidos contra cada uno de los mandamientos de la ley de Dios. Le envío algunas reglas prácticas para confesarse:

MODO PRACTICO DE CONFESARTE

1. Antes de la confesión rece lo siguiente (no es necesario hacerlo pero puede ayudarle mucho):

Jesús, Salvador mío, concededme la gracia de confesarme bien para alcanzar el perdón de mis pecados y salvar mi alma.

Virgen Santísima, Madre de Jesús y Madre mía, alcanzadme de vuestro Hijo Jesús la gracia de conocer todos mis pecados y confesarlos sinceramente.

Examen de conciencia

Pregúntate: ¿Cuánto tiempo hace que me confesé por última vez? ¿Lo hice bien? ¿Olvidé algún pecado grave? ¿Callé alguno a sabiendas? ¿Cumplí la penitencia que me dio el confesor?

Tratarás luego de recordar todos los pecados que hubieres cometido después de la última confesión bien hecha. Si hubieras cometido pecados graves, pensarás cuántas veces los has cometido, y si no lo sabes con exactitud, al menos de manera aproximada. Si la última vez te confesaste mal, callando pecados graves por vergüenza, dirás hoy al confesor que la última vez te confesaste mal y le dirás aquel pecado que has callado.

Primer Mandamiento: -¿Recé mis oraciones de la mañana y de la noche? -¿Estudié bien el catecismo? -¿Tuve compañías irreligiosas?

Segundo Mandamiento: -¿Juré mentirosamente por Dios? -¿Cuántas veces? -¿Dije palabras injuriosas contra Dios, la Virgen o los Santos? -¿Cuántas veces?

Tercer Mandamiento: -¿He faltado a Misa los Domingos o Fiestas de guardar, o he llegado lo bastante tarde para no cumplir con el precepto? -¿He trabajado el Domingo sin necesidad?

Cuarto Mandamiento: -¿Desobedecí a mis padres? -¿Les contesté? -¿Los hice enojar? -¿Falté al respeto a mi maestro, a los sacerdotes, a los ancianos? -¿Tengo amor a mi Patria y me sacrifico por ella?

Quinto Mandamiento: -¿Me he peleado con mis hermanos y compañeros? -¿Les guardo odio o rencor? -¿Fui orgulloso… envidioso?

Sexto y Noveno Mandamientos: -¿Tuve malos pensamientos o malos deseos y los consentí? -¿Cuántas veces? -¿He conversado de cosas malas? ¿Cuántas veces?-¿He mirado cosas indecentes? ¿Cuántas veces? -¿Hice cosas malas? ¿Cuántas veces? ¿Sólo o acompañado?

Séptimo y Décimo Mandamientos: -¿He robado alguna cosa? -¿Acepté cosas robadas? -¿Robé dinero a mis padres?

Octavo Mandamiento: -¿He calumniado gravemente? ¿Cuántas veces? -¿He mentido? -¿He difamado gravemente? ¿Cuántas veces? -¿He hecho juicios temerarios? ¿Cuántas veces?

Preceptos de la Iglesia: -¿Confesé y comulgué a lo menos una vez al año, en el tiempo de Pascua? -¿Comí carne en días de abstinencia o no guardé el ayuno?

Terminado el examen de conciencia, rezarás el Acto de contrición (con la cabeza inclinada).

2. Durante la Confesión

Comenzarás tu confesión arrodillándote en el confesionario, allí sucederá lo siguiente:

1) Recepción del penitente: El sacerdote te recibirá con amor y amabilidad, luego te harás la señal de la Santa Cruz, diciendo: ‘En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén’.

2) Invitación a la confianza: Lo hace el sacerdote y al terminar, tú dices: ‘Amén’.

3) Lectura de la Palabra de Dios.

4) Confesión de los pecados: Comenzando por decir cuánto tiempo hace que no te confiesas, seguirás luego diciendo todos los pecados que te acuerdes y el sacerdote te ayudará, si lo cree necesario, a que hagas una confesión íntegra. Te dará algunos consejos.

5) Aceptación de la penitencia: El Padre te dará la penitencia y la aceptarás diciendo: ‘Gracias, Padre’ o algo parecido.

6) Oración del penitente: Manifestarás tu contrición rezando el Acto de contrición.

7) Fórmula de la absolución: El sacerdote en nombre y con el poder de Cristo te da la absolución, que te perdona los pecados.

8) Alabanza a Dios: Dice el sacerdote: ‘Dad gracias al Señor porque es bueno’, y tú contestarás: ‘Porque es eterna su misericordia’.

9) Despedida del penitente: El sacerdote te despide diciéndote: ‘El Señor ha perdonado tus pecados. Vete en paz’.

(No es necesario que te acuerdes de todo eso para poder confesarte. Anda con toda confianza que el sacerdote te ayudará a hacer la confesión muy bien).

Después de la confesión Ante todo, darás gracias al Señor por el inestimable beneficio del perdón, cumplirás inmediatamente la penitencia que te señaló por el confesor, y renovarás el propósito de huir de los pecados y de sus ocasiones.

P. Miguel A. Fuentes, IVE

bautismo

Si Cristo se bautizó de 30 años ¿por qué la Iglesia bautiza a niños y/o bebes?

Pregunta:

Mi pregunta es acerca del bautismo de Cristo, ¿cuándo fue y cuál es su real significado, cómo debemos tomarlo? Una pregunta inocente podría ser: si Cristo se bautizó de 30 años ¿por qué la Iglesia bautiza a niños y/o bebes?, Le pido por favor sea lo mas especifico posible, gracias Luis.

Respuesta:

Estimado Luis:

El bautismo con el que se bautizó Cristo no es el bautismo instituido por Nuestro Señor. El bautismo de Juan el Bautista era un signo de arrepentimiento y de disposición para aceptar la próxima venida del Mesías; el bautismo de Cristo borra realmente el pecado original. El Catecismo de la Iglesia habla sobre uno y otro diciendo:

El Bautismo de Jesús 

535. El comienzo de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan en el Jordán. Juan proclamaba ‘un bautismo de conversión para el perdón de los pecados’ (Lc 3,3). Una multitud de pecadores, publicanos y soldados, fariseos y saduceos y prostitutas viene a hacerse bautizar por él. ‘Entonces aparece Jesús’. El Bautista duda. Jesús insiste y recibe el bautismo. Entonces el Espíritu Santo, en forma de paloma, viene sobre Jesús, y la voz del cielo proclama que él es ‘mi Hijo amado’. Es la manifestación (‘Epifanía’) de Jesús como Mesías de Israel e Hijo de Dios.

536. El bautismo de Jesús es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo doliente. Se deja contar entre los pecadores; es ya ‘el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo’ (Jn 1,29); anticipa ya el ‘bautismo’ de su muerte sangrienta. Viene ya a ‘cumplir toda justicia’ (Mt 3,15), es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados. A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en su Hijo. El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a ‘posarse’ sobre él (Jn 1,32-33). De él manará este Espíritu para toda la humanidad. En su bautismo, ‘se abrieron los cielos’ (Mt 3,16) que el pecado de Adán había cerrado; y las aguas fueron santificadas por el descenso de Jesús y del Espíritu como preludio de la nueva creación.

537. Por el bautismo, el cristiano se asimila sacramentalmente a Jesús que anticipa en su bautismo su muerte y su resurrección: debe entrar en este misterio de rebajamiento humilde y de arrepentimiento, descender al agua con Jesús, para subir con él, renacer del agua y del Espíritu para convertirse, en el Hijo, en hijo amado del Padre y ‘vivir una vida nueva’ (Rm 6,4):

«Enterrémonos con Cristo por el Bautismo, para resucitar con él; descendamos con él para ser ascendidos con él; ascendamos con él para ser glorificados con él». [San Gregorio Nacianceno]

«Todo lo que aconteció en Cristo nos enseña que después del baño de agua, el Espíritu Santo desciende sobre nosotros desde lo alto del cielo y que, adoptados por la Voz del Padre, llegamos a ser hijos de Dios». [San Hilario de Poitiers]

P. Miguel A. Fuentes, IVE